Tipos de clientes de un traductor

En esta entrada quiero hacer una pequeña descripción de los diferentes tipos de clientes que un traductor profesional se puede encontrar en su día a día.

He tenido las suerte de haber trabajado como Project Manager en un par de agencias de traducción y también he trabajado como traductor profesional autónomo durante muchos años. Esta circunstancia me ha brindado la posibilidad de poder conocer todo tipo de clientes. Vaya por delante que hago una descripción desde el respeto y con cariño hacia todos ellos y, por qué no, con un pequeño toque de humor.

tipos de clientes de traducción
¿Te suenan correos de este tipo?

El cliente de un traductor o de una empresa de traducción es aquel que contacta con el propósito de contratar sus servicios de traducción. Parece de Perogrullo, pero es la descripción más sencilla y fiel a la teoría. Pero para bien o para mal (nunca he podido decantarme por una de las dos) la realidad difiere mucho y, en ocasiones, cualquier parecido con la teoría es mera coincidencia.

Al ir leyendo esta serie de descripciones, tengo la certeza que alguno de ellos ya se habrá cruzado en tu camino, indistintamente que seas un traductor autónomo, trabajes para en una agencia como traductor en nómina o seas gestor de proyectos. Y los que no, ya sabrás como identificarlos en caso de que contacten contigo. De este modo, podrás saber que te puedes encontrar.

DIFERENTES TIPOS DE CLIENTES DE UN TRADUCTOR



1.- El breve o falto en palabras.


1. Este tipo de cliente te remite un documento adjunto a un correo electrónico y en el asunto del mensaje simplemente escribe: "traducir". No dice nada más, no aporta datos ni fechas. Por supuesto ninguna indicación ni observación. Experto en el arte de la brevedad, te ves obligado a sacar tu bola de cristal para adivinar los datos que te faltan.

Cómo actuar: Pese a la obviedad, conviene enviarle una amable respuesta solicitando la información que nos falta (a que idioma o idiomas se ha de traducir, plazo de entrega, etc.) y envíale también tus tarifas de traducción. Has de ser cordial, aunque te moleste o enfade su tacañería a la hora de escribir o ignorancia sobre la profesión del traductor. Naturalmente, esto es válido si el cliente contacta contigo por primera vez. En el supuesto que el cliente siempre se comporte de la misma manera a la hora de enviarnos trabajo, tendrás que pedirle con mucho tacto que te envíe la información necesaria en sus encargos de traducción, ya que de este modo los dos ahorraréis un repetitivo intercambio de correo innecesarios. Este tipo de cliente, por norma general, no suele ser un apasionado de recibir llamadas telefónicas, así que conviene no llamarlo a no ser que sea estrictamente necesario.

lenguaje clientes de traductor

2. Es típico de este tipo de cliente responder a las dudas enviadas (esas en las que has invertido un valioso tiempo en redactar para que le quedase bien claro lo que necesitas saber), con expresiones simples como: "sí", "no", "depende", "es posible", "no sé", "no entiendo", etc.

Cómo actuar: adopta la postura más lógica y que tenga más sentido y cuando le remitas el texto insístele en que tenías esa duda. No cometas el error de no cubrirte las espaldas y velar por tus intereses. Si no ha sabido, querido o dedicado tiempo para responder adecuadamente a tus dudas, como mínimo, que se note que te has preocupado de realizar un trabajo de la mejor calidad posible.


2.- El cliente de traducción "prisas".


Este tipo de cliente es de los que más desespera a los traductores. Sea lo que sea, SIEMPRE es super/mega/archi urgente. Tienes que interrumpir lo que estés haciendo para insertar su trabajo de traducción. También es típico que te "acose" con varios correos durante el día para preguntarte el estado de su traducción.

traducción inglés
Otra característica que podemos encontrar es que el cliente te pida que estés muy, muy, pero que muy atento, ya que a lo largo del día te va a enviar un e-mail con un texto a traducir, que naturalmente, es para ayer. Suele coincidir que el envío del mencionado correo va a ser fuera de un horario laboral "normal". No hay que sorprenderse que pase el día y no nos llegue nada, ni al día siguiente, y al tercer día escribes preguntando amablemente y recibir por respuesta algo como: "al final no se hace, ay perdona, creo que no te avisé".


Cómo actuar: Si eres de los que no te gusta trabajar fuera de un horario laboral "normal", no tengas en cuenta estas promesas. Si te informan que te van a enviar un correo a las 20-21 h, contesta cordialmente que no lo vas a poder ver hasta primera hora del día siguiente. Sí, soy consciente, esto también depende de tu necesidad como traductor de realizar nuevos encargos de traducción. No obstante, si mal acostumbras a tu cliente a que siempre estas online o disponible a todas horas, es posible que al final inviertas más tiempo y dinero que si le hubieras indicado que no trabajas fuera de cierto horario. Otra opción es informar al cliente que si trabajas "a ciertas horas" debes cobrar un suplemento por traducción urgente. Pero cuidado, que en los tiempos actuales no debe ser muy elevado, ya que habrá muchos traductores que estarán dispuestos a realizar ese trabajo que tu has rechazado. Repito, todo depende de tus circunstancias personales.


3.- El imposible o desesperado.


Este tipo de cliente, personalmente, me parece muy curioso. Siempre acude con misiones imposibles o con "marrones" impresionantes. Necesita traducir 15.000 palabras para mañana por la mañana de un texto técnico. A parte de traducir un texto a español, también lo necesita a francés e italiano y no sabe a quién acudir. ¿Sabes algo de francés e italiano verdad? Pues traduciendo que es gerundio.

clientes de traductores
Si eres un gestor de proyectos en una agencia de traducción, te dice que no importa que dividas el trabajo en 40 traductores. Pero sobretodo, la traducción ha de estar impecable ya que es para imprimir unos catálogos, folletos y manuales que van a ver miles de personas.

Pero además tienes que hacerle precio. Ya que, como comprenderás,  es una traducción de cierto volumen. ¡Venga, vamos! que tenemos la imprenta parada.

Cómo actuar: En este caso la respuesta cae por su propio peso. Pero recuerda, siempre con simpatía y amabilidad, explicando los motivos (aunque sean obvios) por lo que no puedes realizar la traducción que te solicita.

¿Qué opinas de estos clientes?
Te emplazo, si te apetece, a que sigas leyendo la segunda parte.



1 comentario:

  1. Muy buen post, todos nos podemos sentir identificados con estos clientes. Saludos

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