Pues
ya estoy aquí de nuevo con la tercera y última entrega de esta serie denominada
tipos de clientes de un traductor.
Hasta la fecha hemos visto 7 tipos diferentes de posibles clientes que los
traductores podemos tener y aún nos quedan unos poquitos más por ver. Si te
perdiste la primera parte o la segunda, te invito a que las leas.
Quiero
insistir que todas estas descripciones se han realizado con todo el respeto y
sin ánimo de ofender a nadie. Al fin y al cabo, todos los que formamos partes
del mundillo de las traducciones necesitamos a nuestros queridos clientes.
El cliente de traducción subasta.
Te
llega un correo con una propuesta para un trabajo de traducción y ves que en el
apartado "para" aparece tu
dirección de correo electrónico junto a la de muchos otros compañeros
traductores. Ese correo te lo envía un posible cliente que ha encontrado alguna
lista de traductores en páginas como la que puedes ver aquí,o esta otra, y ni siquiera ha tenido
a delicadeza de ponerlos como "copia
oculta".
Cómo actuar: Si realmente necesitas ese trabajo, debes
responder con rapidez y ofrece una tarifa entre baja y media. Ten en cuenta que
el cliente potencial va a recibir muchas respuestas. Normalmente en este tipo
de "subastas" no la gana la tarifa más elevada ni la más baja. Si con
tu correo eres rápido, preciso, y con tu respuesta le demuestras que sabes de
que estás hablando y cumples las características que requiere la traducción, no será necesario que tu oferta sea la más
baja.
Cuando
un posible hace este tipo de cosas, por norma general, es debido a que es un
desconocedor de nuestro trabajo como traductores. Tenlo en cuenta, ya que
suelen ser correos de personas que andan un poco "perdidas" y nunca han realizado ningún encargo de
traducción. Hay traductores que prefieren no responder a estas propuestas.
Todo es respetable y depende mucho de la situación personal y necesidades
personales de cada traductor.
El cliente de traducción voluminoso.
Es
un tipo de cliente que te manda una propuesta de traducción, pero sin apenas
haber dicho "buenos días" ya está solicitando la aplicación de descuentos por volumen. Este tipo de cliente suele
decir que te va a enviar muchos textos más para traducir, ya que van a lanzar
una línea nueva de producto, o están abriendo mercado en tal país.
Cómo actuar: Hay que actuar con precaución. Hay que saber qué
considera el cliente mucho volumen de trabajo. Igual te va a enviar 10 folios
al mes, fragmentados en varios encargos, y para él eso ya es una cantidad de
trabajo considerable. Al igual que en el caso anterior, la aplicación de
descuentos dependerá de la situación personal de cada traductor. Pero ten
cuidado ya que si acostumbras a los clientes a aceptar descuentos por cualquier
volumen, puedes verte trabajando a precio de coste. Tu trabajo tiene un precio, y ofreces calidad por dicho precio. En
tus manos está el gestionar correctamente una política de descuentos
sostenible.
El cliente moroso.
Cuando
un cliente no te ha pagado una factura y evita tus reclamaciones de pago, la gran
duda del traductor es qué hacer en estos casos.
En
los anteriores casos te decía que depende de cada cliente u de la necesidades o
situación de cada traductor, en esta difícil tarea también. Cada caso es un mundo y la forma de actuar
puede ser diferente. depende de varios factores que se han de sopesar y analizar.
Para
empezar, yo siempre recomiendo acordar con el cliente desde el inicio una fecha
de pago. No has de tener reparos en este punto, tu trabajas para ganar dinero,
no por amor al arte, y eso el cliente lo sabe. No hace falta necesariamente
pactar un día exacto, pero por lo menos si entre X día y X día. Una vez pasado
este plazo pactado y la factura no se ha abonado, llega el momento de reclamar.
¿Cuántos días debo esperar una vez
pasada la fecha establecida?
Si
es un nuevo cliente, procura alcanzar un punto medio entre que se mal
acostumbre y agobiarlo. Pasada una semana de la fecha de pago empieza
enviándole un educado correo electrónico interesándote por el estado del pago
de la factura. Esto para que quede constancia por escrito, pero también
aconsejo una llamada telefónica.
En
resumen:
1.
Concertar un plazo para el pago antes de iniciar a trabajar con un cliente.
2.
Reclamar una vez pasada una semana aproximadamente del día acordado de pago. Si
no has pactado una fecha al empezar el trabajo, yo recomiendo contactar con el
cliente pasados unos 30 días después de la entrega.
3.
No tengas vergüenza en reclamar el dinero, al fin y al cabo es tuyo. Aparte de
un correo, !llama! Es más fácil dar excusas respondiendo por correo que a una
persona al otro lado del teléfono.
El cliente de traducción idóneo.
Es
aquel cliente que explica todo lo necesita en un solo correo electrónico. No pide
nada extraño y cuando te envía el documento te ofrece "bastante" plazo
para entregar la traducción. Incluso en alguna ocasión puede lanzarte algún
piropo.
Es
el tipo de cliente te envía un proyecto de traducción con un correo, un asunto
y un descripción escrito correctamente. En el asunto te indica una pequeña
descripción del proyecto ya viene de qué va la traducción, por ejemplo: "traducción de un manual técnico de inglés a español". El mensaje empieza con un saludo, no
hay faltas, explica de manera concisa y breve el trabajo de traducción
requerido y se despide cordialmente.
Tampoco
intentará cambiar los plazos o fecha de entrega una vez iniciado proyecto. Naturalmente,
acepta tu tarifa de traducción ya que confía
totalmente tu profesionalidad.
Este
cliente es de los que le ofrecerás descuentos por propia iniciativa. Le podrás
hacer favores sin que exijas nada por ello. Trabajarás muy a gusto con él y si
puedes entregarle la traducción antes de la fecha de entrega, lo harás.
Afortunadamente, la traducción es una actividad profesional cada vez más
conocida.
Quiero
darte las gracias por dedicarme tu tiempo.
¿Qué
te ha parecido esta lista de tipos de clientes de traducción?
¿Crees
que falta alguno?
No
dudes en explicar tus experiencias o todo aquello que creas oportuno.
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